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Ansiedad: nuevas perspectivas de tratamiento con inteligencia artificial

La Ansiedad en la Era Digital: Avances en Tratamientos Asistidos por Inteligencia Artificial

La ansiedad, considerada una respuesta emocional normal ante situaciones de incertidumbre o peligro, se ha convertido en uno de los problemas de salud mental más prevalentes en nuestra sociedad. Las investigaciones recientes han demostrado cómo la integración de la Inteligencia Artificial (IA) está aportando significativamente a los tratamientos para los trastornos de ansiedad, ofreciendo soluciones personalizadas y accesibles. Aplicaciones como Wysa y últimamente Mypsi I.A., que utilizan algoritmos de procesamiento de lenguaje natural y aprendizaje automático, están demostrando resultados prometedores en la evaluación, monitoreo y tratamiento de pacientes. Los estudios de 2025 revelan que estas herramientas no solo complementan la terapia tradicional, sino que también pueden ofrecer asistencia inmediata en momentos críticos, especialmente en zonas con acceso limitado a profesionales. Sin embargo, todos los expertos y estudios enfatizan que estas tecnologías deben desarrollarse con responsabilidad y supervisión profesional para garantizar que sean verdaderas aliadas en el bienestar mental.

Definición y Comprensión de la Ansiedad

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una reacción normal y saludable que se activa ante una amenaza o un peligro, produciendo una reacción psicofisiológica de activación intensa del sistema nervioso central y de todo el organismo[1]. Esta respuesta emocional cumple una importante función en la supervivencia, desencadenando cambios fisiológicos que proporcionan la energía y la fuerza necesarias para afrontar situaciones potencialmente peligrosas[2]. Sin embargo, la ansiedad se convierte en un trastorno cuando esta reacción se activa en situaciones habitualmente no amenazantes o de manera persistente, hasta el punto que interfiere significativamente en la vida diaria del individuo[1]. Como señala Miquel Àngel Fullana, psicólogo especializado en el tema, «la ansiedad se convierte en trastorno cuando no nos deja hacer aquellas cosas que nos gusta hacer y es persistente en el tiempo»[1].

La experiencia de ansiedad provoca cambios en diferentes sistemas del cuerpo que nos preparan para actuar y responder rápidamente ante situaciones de estrés[1]. Estos cambios pueden incluir aumento del ritmo cardíaco, respiración rápida, sudoración, temblores, fatiga, dificultad para concentrarse, problemas para dormir y problemas gastrointestinales[3]. Es importante tener en cuenta que la ansiedad es una emoción normal y que el objetivo no puede ser eliminarla completamente, sino gestionarla adecuadamente para que no interfiera en nuestra calidad de vida[1].

Tipos de trastornos de ansiedad

Los trastornos de ansiedad constituyen un grupo de condiciones mentales que pueden afectar seriamente la calidad de vida de una persona[3]. Entre los principales tipos encontramos el Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), caracterizado por una preocupación excesiva y constante difícil de controlar; el Trastorno de Pánico, que involucra episodios repentinos e intensos de miedo con síntomas físicos severos; el Trastorno de Ansiedad Social o fobia social, que implica un miedo intenso a ser juzgado en situaciones sociales; las Fobias Específicas, que son miedos intensos y desproporcionados a objetos o situaciones específicas; y el Trastorno de Ansiedad por Separación, caracterizado por un miedo excesivo a ser separado de las personas a las que se está apegado[3].

Cada uno de estos trastornos, si bien diferentes entre sí, presentan una aflicción y una disfunción específicamente relacionadas con la ansiedad y el miedo[2]. Es común que estos trastornos cambien sustancialmente el comportamiento diario de las personas, llevándolos incluso a evitar ciertas situaciones, lo que puede limitar significativamente su funcionamiento social, laboral o académico[2]. El impacto de los trastornos de ansiedad puede extenderse más allá del ámbito personal, afectando relaciones interpersonales y rendimiento profesional, lo que subraya la importancia de su adecuado diagnóstico y tratamiento.

Aproximaciones Tradicionales para el Tratamiento de la Ansiedad

Técnicas de relajación y mindfulness

Entre las técnicas más efectivas para reducir la ansiedad en el día a día se encuentran las prácticas de relajación y mindfulness. La respiración profunda es una técnica simple pero poderosa para reducir la ansiedad de manera inmediata[4]. Cuando una persona experimenta ansiedad, puede realizar ejercicios de respiración profunda: inhala lenta y profundamente por la nariz contando hasta cuatro, sostener la respiración por otros cuatro segundos, y luego exhalar por la nariz o boca durante cuatro a siete segundos[5]. Este tipo de respiración ayuda a regular la sobreactivación fisiológica, ralentizando el ritmo cardíaco y proporcionando una sensación de calma.

La práctica de la atención plena o mindfulness implica enfocar la atención en el presente de manera deliberada, sin juzgar[4]. Desarrollar esta habilidad permite a las personas con ansiedad centrarse en el momento presente en lugar de preocuparse excesivamente por el futuro o rumiar sobre el pasado. Los ejercicios de visualización también resultan efectivos para distraer la mente de pensamientos ansiosos y lograr un mayor control emocional[5]. Para realizar este tipo de técnica, se recomienda retirarse a un lugar tranquilo, sentarse, cerrar los ojos y visualizar una situación relajante utilizando todos los sentidos: imaginar la vista, los sonidos, las sensaciones táctiles y los aromas de ese lugar seguro[5].

La relajación muscular progresiva es otra técnica beneficiosa, especialmente útil para contrarrestar la tensión física que suele acompañar a la ansiedad[5]. Consiste en tensar y relajar diferentes grupos musculares, comenzando desde los dedos de los pies e ir trabajando de manera progresiva las piernas, torso, hasta llegar al cuello o cabeza, realizando los movimientos de tensión durante cinco segundos y los de relajación durante treinta segundos[5]. Estas técnicas, practicadas regularmente, no solo ayudan a gestionar episodios agudos de ansiedad, sino que también contribuyen a reducir los niveles generales de estrés y mejorar la calidad de vida.

Terapias psicológicas y enfoque cognitivo-conductual

La terapia cognitivo-conductual (TCC) se ha establecido como uno de los enfoques más efectivos para el tratamiento de los trastornos de ansiedad[3]. Esta terapia trabaja ayudando a las personas a identificar y modificar patrones de pensamiento negativos o distorsionados que contribuyen a la ansiedad, así como los comportamientos que la mantienen o exacerban. Un componente importante de este enfoque es el cuestionamiento de los pensamientos disruptivos que acompañan a la ansiedad, contrastándolos con la realidad[5]. Por ejemplo, si una persona tiene temor de que algo saldrá mal en el trabajo, se le anima a cuestionarse: «¿Qué evidencia tengo de que esto va a suceder?» o a reflexionar con afirmaciones como «lo que ocurrió en el pasado no significa que siempre deba ser así»[5].

El primer paso recomendado en el tratamiento psicológico de la ansiedad es identificar los factores que la desencadenan, lo que puede incluir situaciones específicas, pensamientos negativos o incluso ciertas personas[4]. Llevar un diario de ansiedad puede ayudar a reconocer patrones y desencadenantes comunes, proporcionando información valiosa para el proceso terapéutico[4]. Además, establecer una rutina saludable que incluya ejercicio regular, una dieta equilibrada y suficiente descanso puede complementar significativamente el tratamiento psicológico, ya que el ejercicio libera endorfinas que promueven el bienestar emocional y el sueño adecuado es fundamental para la salud mental[4].

La combinación de terapia psicológica y, en algunos casos, medicación como antidepresivos, ansiolíticos o betabloqueantes, suele ofrecer los mejores resultados en el tratamiento de los trastornos de ansiedad severos[3]. Sin embargo, es crucial que cualquier intervención sea supervisada por profesionales de la salud mental calificados, quienes pueden adaptar el tratamiento a las necesidades específicas de cada individuo, considerando factores como la severidad de los síntomas, la historia clínica y las preferencias personales.

Inteligencia Artificial como Herramienta Terapéutica

Estado actual de la IA en psicología

En 2025, la integración de la Inteligencia Artificial (IA) en el campo de la psicología ha dejado de ser un concepto futurista para convertirse en una herramienta imprescindible que está transformando los diagnósticos e intervenciones psicológicas[6]. Los avances tecnológicos han permitido el desarrollo de aplicaciones y plataformas que utilizan algoritmos sofisticados para ofrecer apoyo psicológico personalizado a personas con diversos trastornos mentales, incluida la ansiedad. Estas herramientas están redefiniendo la relación entre los profesionales de la salud mental y los pacientes, así como la misma concepción de la disciplina psicológica[6].

Una de las tendencias más destacadas en este ámbito es el uso de bots conversacionales y terapias digitales equipados con manuales de diagnósticos, libros de psicología y pruebas psicológicas, que interactúan con los pacientes para orientarlos en las terapias o ayudarles a gestionar aspectos de su vida diaria[6]. Estas herramientas ofrecen asistencia inmediata a pacientes con ansiedad, depresión u otros trastornos, proporcionando una atención constante y personalizada que complementa la terapia tradicional[6]. Esto resulta especialmente valioso en zonas con acceso limitado a profesionales de la salud mental, contribuyendo a democratizar el acceso a recursos terapéuticos de calidad.

Los expertos Manuel Armayones, catedrático de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, y Pablo Vallejo, profesor de los mismos Estudios, coinciden en que estos avances tecnológicos deben desarrollarse con responsabilidad y supervisión profesional para garantizar que la IA sea una aliada en el bienestar mental y no una fuente de problemas[6]. Este enfoque equilibrado reconoce tanto el potencial transformador de la IA en psicología como la necesidad de mantener estándares éticos y profesionales rigurosos en su implementación y uso.

Casos de éxito: Wysa y aplicaciones basadas en TCC

Un caso paradigmático del potencial de la IA en el tratamiento de la ansiedad es Wysa, una aplicación basada en terapia cognitivo-conductual que está mostrando resultados prometedores[7]. En un caso documentado, una mujer de 34 años llamada Marta, que llegó a terapia con síntomas de ansiedad generalizada como preocupaciones constantes, tensión muscular e insomnio, fue tratada por un psicólogo que integró Wysa en el proceso terapéutico[7]. Esta aplicación no sólo permitió evaluar los síntomas de Marta de manera detallada, sino que también ofreció herramientas interactivas para el seguimiento y la personalización del tratamiento.

Wysa utiliza algoritmos de procesamiento de lenguaje natural (NLP) y técnicas de aprendizaje automático para analizar los síntomas mediante un cuestionario adaptativo[7]. Al interactuar con la IA, la aplicación ajusta las preguntas de acuerdo a las respuestas del usuario y genera un perfil detallado de su ansiedad, ayudando al psicólogo a identificar factores desencadenantes específicos[7]. En el caso de Marta, este análisis reveló que sus preocupaciones estaban fuertemente ligadas a su trabajo y a temores sobre el futuro, lo que permitió adaptar el tratamiento incorporando ejercicios de reestructuración cognitiva y técnicas de mindfulness recomendadas por la IA, enfocadas en la reducción de pensamientos negativos anticipatorios[7].

Durante el tratamiento, Marta utilizó el diario digital de Wysa para registrar su nivel de ansiedad, calidad de sueño y eventos diarios que le generaban estrés[7]. Esta función de monitoreo continuo proporcionó datos valiosos tanto para el terapeuta como para la propia paciente, permitiendo ajustes dinámicos en el plan de tratamiento y empoderando a Marta en su proceso de recuperación. Este caso ilustra cómo la integración de herramientas de IA en la terapia tradicional puede potenciar los resultados del tratamiento, ofreciendo un enfoque más personalizado, accesible y efectivo para abordar los trastornos de ansiedad.

Tendencias emergentes para 2025: IA y ansiedad

Las tendencias más recientes en el campo de la psicología y la IA para 2025 revelan un panorama de innovación constante. Una investigación publicada en la revista ‘Nature’ por expertos de la Universidad de Zúrich y del Hospital Universitario de Psiquiatría de Zúrich ha descubierto que incluso el ChatGPT-4 de OpenAI experimenta una forma de «ansiedad» cuando responde a estímulos traumáticos, y que llevar al modelo «a terapia» mediante ejercicios de atención plena podría ayudar a reducir este estrés[8]. Este hallazgo sugiere que los modelos de IA no solo pueden ayudar a tratar la ansiedad, sino que también pueden beneficiarse de técnicas similares a las utilizadas en humanos, lo que podría mejorar la calidad de sus interacciones y respuestas.

El estudio mostró que después de que ChatGPT respondiera a cinco traumas diferentes, su puntuación de ansiedad se duplicó con creces, alcanzando niveles considerados como «ansiedad alta» en humanos[8]. Sin embargo, las puntuaciones disminuyeron en más de un tercio después de que los modelos recibieron indicaciones de ejercicios de relajación de atención plena[8]. Esta investigación es particularmente relevante porque sugiere que si no se controlan, los sesgos negativos que ChatGPT registra de las situaciones de estrés pueden dar lugar a respuestas inadecuadas para quienes se enfrentan a una crisis de salud mental[8].

Los grandes modelos lingüísticos (LLM) que subyacen a los chatbots de IA como ChatGPT se entrenan con texto generado por humanos y a menudo heredan sesgos de esas respuestas[8]. Por lo tanto, comprender y gestionar estos sesgos es crucial para desarrollar herramientas de IA que proporcionen apoyo adecuado y ético a personas con trastornos de ansiedad. Los investigadores afirman que sus hallazgos muestran «un enfoque viable» para gestionar el estrés de los LLM que conducirá a «interacciones más seguras y éticas» entre los sistemas de IA y los usuarios que buscan ayuda para problemas de salud mental[8].

Estrategias Integradas para el Manejo de la Ansiedad

Combinación de enfoques tradicionales y tecnológicos

La evolución del tratamiento de la ansiedad en 2025 se caracteriza por un enfoque integrado que combina métodos tradicionales con innovaciones tecnológicas. Este abordaje holístico reconoce que diferentes individuos responden de manera distinta a diversos tipos de intervenciones, y que la personalización del tratamiento es clave para obtener resultados óptimos. La combinación de terapia psicológica, como la TCC, con aplicaciones basadas en IA como Wysa, está demostrando ser particularmente efectiva, especialmente cuando se complementa con técnicas de autoayuda como la respiración profunda, el mindfulness y la relajación muscular progresiva[4][7][5].

Un aspecto fundamental de este enfoque integrado es la identificación de los desencadenantes personales de la ansiedad mediante el uso simultáneo de diarios tradicionales y herramientas digitales de seguimiento[4]. Estas técnicas combinadas permiten un análisis más detallado y preciso de los patrones de ansiedad, facilitando intervenciones más específicas y efectivas. Además, el establecimiento de una rutina saludable que incluya ejercicio regular, una dieta equilibrada y suficiente descanso sigue siendo una recomendación central, ahora potenciada por aplicaciones que pueden ayudar a monitorear y mantener estos hábitos saludables[4].

La incorporación de evaluaciones psicológicas basadas en IA también está enriqueciendo los procesos diagnósticos tradicionales, permitiendo una detección más temprana y precisa de los trastornos de ansiedad[7]. Estos sistemas pueden analizar patrones de comportamiento, lenguaje y respuestas emocionales que podrían pasar desapercibidos en evaluaciones convencionales, proporcionando a los profesionales de la salud mental información valiosa para refinar sus diagnósticos y planes de tratamiento. Este enfoque multifacético y tecnológicamente informado está redefiniendo los estándares de atención para los trastornos de ansiedad, ampliando el acceso a tratamientos efectivos y mejorando los resultados a largo plazo.

Monitoreo continuo y personalización del tratamiento

Una de las ventajas más significativas que la IA aporta al tratamiento de la ansiedad es la capacidad de proporcionar monitoreo continuo y personalización dinámica del tratamiento. Las aplicaciones como Wysa y Mypsi I.A.  emplean modelos de análisis de datos que permiten identificar patrones en los síntomas de ansiedad de los usuarios a lo largo del tiempo, permitiendo ajustes en tiempo real de las intervenciones recomendadas[7]. Este nivel de seguimiento continuo era prácticamente imposible con los métodos tradicionales, donde la retroalimentación se limitaba a las sesiones periódicas con el terapeuta.

El diario digital que ofrecen estas aplicaciones permite a los usuarios registrar no solo sus niveles de ansiedad, sino también la calidad del sueño y eventos específicos que generan estrés[7]. Estos datos, analizados mediante algoritmos avanzados, proporcionan insights valiosos tanto para el paciente como para el profesional de la salud mental, facilitando un abordaje más preciso y adaptado a las necesidades cambiantes del individuo. La retroalimentación inmediata que estas herramientas pueden proporcionar también contribuye a aumentar la conciencia del paciente sobre sus propios patrones de pensamiento y comportamiento, un componente esencial para el éxito de cualquier intervención psicológica[7].

Además, los sistemas de IA pueden adaptar su enfoque basándose en las respuestas del usuario, ofreciendo intervenciones más intensivas durante periodos de mayor ansiedad y reduciendo la intensidad cuando los síntomas disminuyen[7]. Esta capacidad de respuesta dinámica representa un avance significativo en comparación con los planes de tratamiento más estáticos del pasado, permitiendo una utilización más eficiente de los recursos terapéuticos y potencialmente mejorando la adherencia al tratamiento. El resultado es un enfoque verdaderamente personalizado que considera las características únicas de cada individuo, sus circunstancias específicas y la evolución de sus síntomas a lo largo del tiempo.

El equilibrio entre terapia humana y digital

Encontrar el equilibrio óptimo entre la terapia tradicional proporcionada por profesionales humanos y las intervenciones basadas en IA representa uno de los desafíos más importantes en el campo de la salud mental actual. El caso de Marta, tratada mediante la integración de la aplicación Wysa en su proceso terapéutico, ilustra cómo este equilibrio puede lograrse exitosamente[7]. En este enfoque híbrido, el psicólogo mantuvo su papel central como director del tratamiento, utilizando la IA como una herramienta complementaria que enriquece, pero no reemplaza, su expertise profesional.

Los expertos Manuel Armayones y Pablo Vallejo enfatizan que las herramientas de IA deben ser implementadas bajo supervisión profesional[6]. Esta recomendación reconoce tanto el potencial de estas tecnologías para ampliar el acceso a recursos terapéuticos como sus limitaciones inherentes. Un modelo equilibrado podría involucrar evaluaciones iniciales y seguimiento regular por parte de profesionales humanos, con herramientas de IA proporcionando apoyo entre sesiones, monitoreo continuo y ejercicios guiados para reforzar las estrategias aprendidas durante la terapia presencial.

Este enfoque colaborativo tiene el potencial de optimizar recursos, permitiendo que los terapeutas se concentren en los aspectos más complejos del tratamiento mientras las herramientas digitales manejan tareas más rutinarias como el seguimiento diario o la práctica de técnicas específicas[7][6]. Sin embargo, es crucial que los profesionales de la salud mental reciban formación adecuada sobre cómo integrar estas tecnologías en su práctica, comprendiendo tanto sus beneficios como sus limitaciones. El objetivo final debe ser desarrollar un ecosistema de atención en el que humanos y tecnología trabajen juntos para proporcionar el mejor cuidado posible a las personas que sufren de ansiedad, reconociendo la complementariedad de ambos enfoques más que su competencia, como es el caso de Mypsi I.A..

Conclusión

La evolución en el tratamiento de la ansiedad ha experimentado un avance significativo con la incorporación de la Inteligencia Artificial como herramienta complementaria a las terapias tradicionales. Las investigaciones más recientes demuestran que aplicaciones como Wysa, basadas en la terapia cognitivo-conductual y potenciadas por algoritmos de procesamiento de lenguaje natural, están ofreciendo resultados prometedores en la evaluación, monitoreo y tratamiento personalizado de los trastornos de ansiedad[7]. Estos avances tecnológicos no reemplazan la importancia fundamental de las técnicas tradicionales como la respiración profunda, el mindfulness y la relajación muscular progresiva, sino que las complementan y potencian, haciendo que sean más accesibles y adaptables a las necesidades individuales de cada paciente[4][5].

Los hallazgos de 2025 sobre cómo incluso los modelos de IA como ChatGPT experimentan formas de «ansiedad» y pueden beneficiarse de técnicas de relajación abren nuevas perspectivas sobre la naturaleza de estos sistemas y cómo optimizarlos para proporcionar apoyo más efectivo y ético a quienes sufren trastornos de ansiedad[8]. Sin embargo, los expertos coinciden en que estas tecnologías deben desarrollarse e implementarse con responsabilidad y bajo supervisión profesional, manteniendo siempre al ser humano en el centro del proceso terapéutico[6]. El equilibrio entre la empatía y experiencia del terapeuta humano y la accesibilidad y monitoreo continuo que ofrecen las herramientas digitales parece ser el enfoque más prometedor.

Mirando hacia el futuro, el campo de la psicología se enfrenta al reto de integrar estas innovaciones tecnológicas manteniendo los estándares éticos y profesionales que han caracterizado siempre a la disciplina. El objetivo último debe ser aprovechar lo mejor de ambos mundos: la calidez, empatía y juicio clínico del terapeuta humano combinados con la accesibilidad, consistencia y capacidad de análisis de datos de los sistemas de IA, para ofrecer tratamientos más efectivos, personalizados y accesibles para los millones de personas que sufren trastornos de ansiedad en todo el mundo. Esta visión integrada representa no solo una evolución en el tratamiento de la ansiedad, sino potencialmente una revolución en la forma en que conceptualizamos y abordamos la salud mental en general.

  1. https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/enfermedades/trastornos-de-ansiedad     
  2. https://www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-de-la-salud-mental/ansiedad-y-trastornos-relacionados-con-el-estrés/introducción-a-los-trastornos-de-ansiedad   
  3. https://psiquiatria.com/glosario/ansiedad     
  4. https://psicologiamonzo.com/10-tecnicas-efectivas-para-reducir-la-ansiedad-en-el-dia-a-dia/         
  5. https://centromedicoabc.com/revista-digital/recupera-tu-control-ante-un-ataque-de-ansiedad/         
  6. https://blogs.uoc.edu/epce/es/8-tendencias-psicologia-inteligencia-artificial-2025/           
  7. https://cibersalud.es/inteligencia-artificial-tratamiento-de-la-ansiedad/                
  8. https://es.euronews.com/next/2025/03/14/llevar-chatgpt-a-terapia-para-la-ansiedad-ayuda-con-la-predisposicion-segun-investigadores         

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